La Compañía de Tranvías Lacroze fué la segunda empresa en importancia que tuvo la ciudad de Buenos Aires,
con una veintena de líneas en servicio.
Como se trató de una empresa de capitales nacionales, se inclinó por tranvías de fabricación norteamericana que adquirió
a la conocida y prestigiosa J.G.Brill Co.
tratándose de un coche de 8 ventanillas y 32 asientos de los que hubo un total de 306 unidades que fueron siendo incorporadas
la mayoría de ellas entre los años 1907 y 1914, con el agregado de una pocas en la década de 1930.
Medían 9,80 metros de largo y pesaban 11,5 toneladas estando impulsados por dos motores de 40 hp.
El diseño de carrocería resultaba novedoso para su época pues los coches llegaron al país con las plataformas cerradas
y dotadas además de puertas invernales, lo que los diferenciaba en cuánto a comodidad con los coches de las compañías inglesas
que traían los frentes abiertos.
Estaban pintados de blanco arriba y verde abajo, con la inscripción en letras doradas "Compañía Lacroze"
sobre la línea de ventanillas.
A comienzos de 1939 la "Compañia Lacroze" pasó a integrarse a la "Corporación de Transportes de la Ciudad de
Buenos Aires" (CTCBA), por lo que los coches debieron ser pintados del color amarillo marfil adoptado por ésta y
la numeración original de las unidades se mantuvo más o menos igual.
Los Brill llegaron en servicio hasta comienzos de los años cincuenta, y fueron de los primeros en pasar a ser recarrozados
en los nuevos diseños de tranvías porteños de la década.